dimecres, 3 de setembre del 2014

Crónicas de una verdad vista en madrugada

Al llegar a casa he visto la niebla cubrir la montaña de enfrente, impidiéndome ver más allá de su manto blanco que lo tapaba todo. Una nube ha caído delante de mis narices y nadie ha parecido escuchar el silencioso estruendo que ha producido al darse un trompazo contra el suelo. Sigue ahí, esperando a que los primeros rayos de sol la disipen, haciendo aparecer dudas en mi mente y resolviendo la noche.

Se llama Jonhy. Y ha decidido saludar.


Esta noche, me encaramaré a la luna, me instalaré en su cruasán como si estuviera en una hamaca y no tendré ninguna necesidad de dormir para soñar.

mécanique du coeur 


Maraya 

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